Los maestros son muy especiales para todos nosotros, los chicos. Nos acompañan todos los días con sus enseñanzas.
En matemática nos suman alegría nos restan enojos, dividen compartiendo y nos multiplican su amor.
En dibujo nos pinta el corazón con color felicidad, nos quiere más que el largo de una pincelada alrededor del mundo entero y nos cuida más que al retrato de La Mona Lisa.
En música las melodías nos relajan y hacen aflorar nuestros sentimientos.
En francés le decimos bonjour a la felicidad y aurevoir a la tristeza.
Y a todos ellos les agradecemos por ser nuestros maestros.
Agustín Carpio, Andrea Torres y Sol Moreira
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